Las personas defensoras de derechos humanos son aquellas que actúan para promover y proteger la universalidad e indivisibilidad de los derechos de pueblos e individuos. Pueden actuar por cuenta propia o de forma asociativa; denuncian y ponen en evidencia a quienes abusan de su posición de poder y autoridad. También destapan violaciones de derechos humanos, las someten al escrutinio público y presionan para que los responsables rindan cuentas. Pueden empoderar a particulares y comunidades para que reivindiquen sus derechos básicos
Las y los periodistas se consideran personas defensoras ya que luchan por la libertad, la justicia, la información y por una sociedad más abierta. Es decir, luchan por los derechos humanos y son proveedores públicos de servicios para la democracia. No sólo cuidan del bienestar de sus contextos, su trabajo es una forma de luchar por mejorarlos.
No hay libertad sin libertad de prensa, y sin libertad de prensa no hay democracia. Para que la democracia siga siendo fuerte, se necesita un periodismo independiente, como alimento de la sociedad libre y piedra angular de todo sistema democrático.
Es en ese marco que el periodismo independiente surge, como una forma de resistencia a contar la verdad. Y es esa verdad a la que debemos de aspirar y defender para vivir en una sociedad democrática.