¿Cómo puedo contribuir?

Las niñas y mujeres en México y otras partes del mundo, nacen, crecen y se desarrollan en espacios donde la violencia hace acto de presencia; en casa, en las escuelas, el espacio público, el trabajo, la política y las instituciones.

La discriminación ha sido un elemento persistente tanto en la naturaleza de los diferentes crímenes contra mujeres como en la respuesta dada por el Estado. Ante el inicio de los crímenes con un determinado patrón, las autoridades reiteradamente culparon a las mismas mujeres de su desaparición o asesinato, descartando la existencia de una situación excepcional.

La discriminación no sólo se reflejaba en la violencia que sufren las víctimas, sino que presentaba otras caras. La reacción de las autoridades ante la desaparición de las jóvenes, la forma con la que se investigaban los asesinatos y los insuficientes programas de protección para prevenir los homicidios también presentaban un trato discriminatorio.

El feminicidio es la expresión más grave de violencia a las niñas y mujeres.
Los crímenesbritales de mujeres y jóvenes secuestradas, posteriormente encontradas asesinadas con señales de violencia sexual, son quizá la cara más dramática y más publicitada de la violencia contra la mujer, que también incluye la violencia doméstica o el acoso sexual en la comunidad y en el ámbito laboral.

Debido a la gravedad de la situación, El Día Después (EDD) eligió «Feminicidios en México» como su segundo tema de campaña, con el propósito de visibilizar el alcance del problema y movilizar a la gente para hallar soluciones de fondo que ayuden a frenar los feminicidios.

Informar, visibilizar y no olvidar, son formas de contribuir a que ni las
autoridades, ni los feminicidas, ni quienes todos los días caminamos las calles de este país dejemos de luchar.