Las especificidades de los estudios trans

por Ilsa Aguilar Bautista
19 de May, 2024

Los estudios trans tienen relación con los estudios Queer/Cuir o los estudios LGBTTTI, porque cada uno aborda una especificidad sobre cómo se reproducen las dinámicas de socialización de las identidades abyectas que disienten la hegemonía de las normas de género. Surgen en un contexto en el que los estudios de género abordan la diferencia y la relación entre sexo y género como un sistema productor de las relaciones de género que son respaldadas por un orden jurídico de administración del sexo-género. En este sentido, el objetivo de este escrito es ofrecer elementos a considerar en la investigación sobre la experiencia e historias de vida de personas trans en relación con las estructuras de poder que moldean una transición corporal de quienes se alejan de la normatividad de género que es asignada con el sexo de nacimiento, a fin de delinear las especificidades de los estudios trans.

La lucha legal de las personas trans estratégicamente ha empleado la legalidad del sistema binario de sexo-género para hacer visibles sus experiencias de vida en el marco del reconocimiento de derechos. El derecho a cambiar de nombre y de sexo en el acta de nacimiento por motivo de identidad de género es la puerta para ejercer otros derechos, aunque la experiencia real nos dice que hay obstáculos que persisten en el ejercicio de los derechos de las personas trans. El cambio no está en una sola persona, como dicen los abogados, las personas trans al acceder a derechos por medio de mecanismos jurídicos o administrativos generan precedentes o fisuras al sistema; y marcan un antes y un después en la manera de percibir el acceso al derecho a la identidad de género. Incluso el preguntarnos ¿cuál es la agencia sobre sus historias personales que tienen las personas trans que abogan únicamente por el reconocimiento social en contraposición al legal? Observamos que la inconformidad de los activismos trans al binarismo legal de género ha sido la no solicitud del reconocimiento legal porque según esto el cambio está en cada persona y que lo más importante es el reconocimiento que otorgan las personas con las que convives. Pero también necesitamos que las instituciones del estado, o incluso instituciones religiosas garanticen los derechos de todas las personas.

La especificidad de los estudios trans debe de ser una que permita a las personas trans emplear su historia oral o escrita en la producción de conocimiento científico sin caer en la publicación literaria como único recurso de difusión. Parece ser que está bien si partimos de una biografía para publicar una novela, pero no para publicar un ensayo científico. Y aún más complicado cuando se trate de una autobiografía. Recordemos que los estudios trans han tenido auge donde las personas trans están en las universidades y el activismo político. Es evidente que cada persona posee una historia que es fuente de conocimiento, y es bien diferente cuando conoces cómo procesar y analizar tal información.

Es necesario saber hacer estudios trans que adopten nuevas estrategias de recolección de la información en la que nos dejemos de sentir mal o bien si hacemos estudios trans porque somos o no trans. Como si ser trans otorgase legitimidad de producir verdad. Busquemos aproximaciones éticas a la escucha de la experiencia trans. No es justo que a una persona se le reduzca en el curso de una investigación científica a una fuente de historia oral. Debemos de buscar la participación de las personas y dotarlas de conocimientos sobre sus derechos de acceso, rectificación, cancelación u oposición del procesamiento de sus datos personales. Puede ser que busquemos hacer firmar una hoja de consentimiento informado a la persona que conceda una entrevista para fines académicos, así nos evitamos cualquier reclamo. Pero el punto es otro. Necesitamos que los estudios trans formulen una ética que cuide la relación investigador-personas que participan en la investigación a través del intercambio recíproco de conocimientos.

Lo que una persona logra articular con sus propias palabras es parte de su conocimiento. En este sentido, si la información personal puede estar contenida en la memoria, la oralidad, o ser parte de un archivo fotográfico o textual, el acceder a base de datos que son resguardadas por las instituciones públicas o privadas supone un obstáculo para quien no es titular de los datos. Solo las titulares de la información pueden solicitar su acceso; sin embargo, el análisis de estas bases de datos si están disponibles para la investigación cuando la titular de éstas es una o un investigador. Esta es un área de oportunidad dentro de los estudios trans, poder tener más personas trans haciendo investigación que parta de sus historias personales de transición en relación con las instituciones con las que han interactuado porque reciben tratamiento médico, tienen un trabajo, o están estudiando.

Podemos suponer una ventaja para quienes son personas trans e investigadoras. Aunque la invitación está en recuperar de los estudios trans las metodologías que permitan conciliar una relación ética de transferencia de conocimientos, puesto que toda persona interesada puede emplearla. Las cosas se ponen difíciles porque hay que vencer el miedo a analizar nuestra propia información personal, y salir de la comodidad de extraer conocimientos de la comunidad trans sin reflexionar en las vulnerabilidades en las que dejan a las personas que comparten sus historias de vida dentro de una investigación o estudio en curso.

Larga vida para los estudios trans, y las personas trans al frente de ellos.

 

La vida es juntrans

Una campaña de El Día Después